¿pirámide invertida?

Hoy en día existen datos que nos confirman lo que ya era prevesible, el número de lectores de los periódicos impresos ha bajado notablemente y, no sólo en España sino también en el resto de Europa . Este descenso viene contrarrestado por el aumento de los periódicos en formato digital, un formato que rompe con lo clásico pero cuyo uso está mucho más arragaido a las constumbres de las nuevas generaciones, caracterizadas por el conocimiento, manejo y uso de las nuevas tecnologías digitales de la información y comunicación.

En este nuevo soporte digital el hipertexto enriquece las posibilidades de demanda por parte del usuario, se abren nuevas dimensiones: una lectura no secuencial (infinidad de enlaces) y una interactividad entre usuario y texto, posibilidades antaño inconceblibles en el proceso comunicativo. Acabamos de hablar del hipertexto pero sería imposible hablar de él sin hacer referencia alguna a la multitextualidad que viene a confirmar la válidez de un único texto para diferentes medios comunicativos.

Aunque el periodismo siga las directrices de las nuevas tecnologías, la piramide invertida está aún vigente en los medios impresos debido a que permite al lector enterarse claramente de lo que sucedió, cuándo, cómo, dónde, por qué, y quién
desde el primer parráfo. Con este sistema se consigue dar la información necesaria en pocas líneas y, tal vez, atraer la atención de los lectores, o en su defecto, decae el interés porque los datos más notorios son ya conocidos. Este es el problema esencial para los periódicos de edición digital que cobran a sus usuarios por leer la noticia ampliada y la duda se plantea de esta manera ¿ofrecer la informacion sustancial en el primer párrafo y de manera gratuita? o ¿sólo ofrecer pequeños detalles para propiciar el pago de la misma?... El lector no decide, ¿quién decide por él?...